La restauración de libros es un procedimiento costoso, que tiene la
finalidad de detener el deterioro de un libro y consolidar su
resistencia, asegurando así su ulterior conservación y devolviendo sus
características originales. Los libros se deterioran por degeneración biológica de las
materias primas que componen la obra; por alteración química de las sustancias
que lo forman; por daños causados por agentes físicos como el fuego, el agua, la
luz, el calor o por efecto de agentes biológicos, tales como bacterias, hongos,
insectos, roedores, etc.
La restauración comienza al ingresar la obra al taller. Se
hace un diagnóstico, para determinar el estado en que se encuentra, junto a un
registro fotográfico de las partes deterioradas y se define la intervención requerida.
El diagnóstico permite entonces, documentar
el tipo de deterioro que padece la obra y las acciones que se deben seguir para
fortalecer y resanar la publicación. Luego se procede a la restauración propiamente dicha, que
culmina con un informe final, acompañado con detalles del proceso llevado a
cabo y el registro fotográfico de la obra terminada.
Ejemplo de una obra restaurada. |
Entre los insumos de restauración, aunque no siempre se utilizan todos, cabe mencionar: hilos, prensas, éter sulfúrico, nafta, tolueno, alcohol etílico, amoniaco, bencina, éter de petróleo, benceno, percloro etileno,
dicloro etileno, tricloro etileno, dioxano, piridinacloroformo, sulfuro de
carbono, tetracloruro de carbono, xileno, tolueno, alcohol metílico, ácido oxálico
al 3%, piridina, alcohol y benceno, trementina, dimetil formamida, alcohol etílico, alcohol metílico, acetona
polietienglicol 200-600, dietienglicol, dimetil formamida, goma de borrar no grasa, lápiz de fibra de
vidrio, ácido acético, gasolina y agua
oxigenada.
Uno de los principales insumos lo constituye el “Papel Japonés” (Washi
o Awagami) es un papel tradicional
japonés de gran prestigio y calidad que se fabrica a mano desde hace siglos. es
muy adecuado para la restauración de libros y otros documentos similares;
gracias a sus fibras largas; se utiliza como soporte de refuerzo para la
restauración. El papel japonés como también es conocido este tipo de material,
a pesar de su extrema ligereza, ofrece excepcional capacidad de resistencia fisico-química
que no posee ningún otro papel y destaca por su poder de absorción, además que
no se decolora ni se vuelve quebradizo.
Como puede concluirse la restauración de libros es un trabajo que solo puede ponerse en manos del experto. Podemos encontrar a los mejores restauradores en archivos nacionales o bibliotecas de conservación, como es el caso de las bibliotecas nacionales.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
Beristáin, Helena. Método de restauración de libros y
documentos. México, UNAM, 1987.
Flexes, Cristina. La restauración de un libro paso a paso. Consultado el 28 de octubre de 2015.
Papel Japonés. Consultado el 28 de octubre de 2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario