25 mar 2014

La biblioteca móvil comunitaria: un servicio de extensión bibliotecaria

El servicio realiza con los niños, maestros y padres de familia de las comunidades cercanas a la biblioteca, actividades que conducen a crear en ellos valores universales y el gusto por la lectura y la investigación.

El caso de la Biblioteca W. K. Kellogg de la Universidad EARTH es un servicio de responsabilidad social que favorece a la población de los cantones de Guácimo y Siquirres, una zona agrícola, de gente campesina, muchos de ellos indígenas, con un bajo nivel escolar, solo el 80% de jóvenes entre 5 y 17 años asiste a un centro educativo,  característica que ha prevalecido a través del tiempo, pues la inversión en educación en la región ha sido poca;  en la actualidad los niveles educativos andan por debajo de los promedios nacionales y el analfabetismo los supera.


La biblioteca móvil comunitaria  juega un papel relevante en ese sentido, porque incentiva  el gusto por la lectura, facilita  el acceso a la información,  el apoyo a los procesos educativos y la recreación;  facilitando el acceso al conocimiento y promoviendo hábitos de lectura especialmente en niños, en las comunidades que carecen de servicios de información.

 ¿En qué consiste el servicio? Se fija una cita, hora y fecha en la que el servicio llega a determinado centro educativo; una vez que el personal bibliotecario llega al lugar se realiza una actividad breve con participación de los niños y maestros; dicha actividad puede ser la lectura de un cuento a cargo de algún alumno, maestro o el bibliotecario, posteriormente se efectúa por parte de los niños una dramatización del cuento, puede ser con títeres o representando cada estudiante a un personaje y finalmente se construye la moraleja de la lectura.

También puede ser una lectura de corte ambientalista, con la finalidad de crear conciencia sobre el estado del planeta y conocer acciones que podemos realizar a efecto de reversar los daños; por ejemplo, puede ser una lectura sobre el problema de la deforestación, complementada con una acción positiva para el medio ambiente; en este caso puede ser la siembra, por parte de los alumnos,  de uno o varios árboles en una zona preseleccionada para ese fin y al final construir un propósito sobre el tema.

Actualmente se cuenta con tres bibliotecas móviles; la colección consta de casi 400 libros cada una, incluyendo libros sobre conservación, ecología, reciclaje y educación ambiental, cocina, manualidades, cultivos, etc., como un intento de llevar el servicio más allá de las aulas. Se transporta en una caja de madera que en el sitio se convierte en un estante para colocar y manejar la colección.

¿Cómo funcionan las bibliotecas comunitarias? Después de efectuada la actividad correspondiente al primer día se entrega la colección de libros a la persona designada por el centro educativo para tal fin, se deja en la escuela designada por períodos de  uno o dos  meses. En  dicha institución uno de los docentes  o un miembro de la comunidad se encarga de administrar el material  bibliográfico y fomentar su uso, establecer disposiciones y horarios de préstamo,  así como realizar actividades que acerquen a los niños y padres de familia a la lectura, en otros casos son los niños mayores quienes se encargan de dar el servicio de préstamo, durante los recreos los niños hacen fila para solicitar un libro prestado.

Cada  biblioteca móvil comunitaria visita anualmente un promedio de 15 escuelas;  entre las comunidades visitadas podemos mencionar algunas como: La Perla,  El Edén,  El Tres de Guácimo,  La Argentina,  El Bosque de Guácimo,  Las Lomas de Camaroncito,  Las Colinas,  La Lucha,   El Silencio de Río Jiménez,  Iroquois,  La Macadamia,  Los Lagos, Los Lirios, Los Geranios,  África, Las Mercedes, Pocora y la Alegría entre otras.

Pese a que el área de trabajo se concentra en los cantones  de Guácimo y Siquirres, la biblioteca comunitaria se ha llevado, a petición de las mismas comunidades, a lugares más alejados como: Limón, Pacuarito, La Rita, La Iberia, Manzanillo, Cairo. La prioridad es trabajar con aquellas escuelas más pequeñas y de menos recursos económicos.

Una de las estrategias del programa ha sido el trabajar en coordinación con otras instituciones ya sean estatales o privadas.  En el año 2001 se realizaron actividades conjuntas con el periódico “La Nación” y el Ministerio de Educación Pública.  En el período comprendido entre el 2001 y el 2002 se trabajó junto al Programa UNIR de la Universidad Nacional llevando la biblioteca comunitaria a varios colegios, para dar capacitación a los estudiantes sobre uso de la biblioteca. Debido a que el programa está inmerso en el objetivo institucional de proyección a la comunidad, y en un afán de complementar esfuerzos institucionales a partir del 2002 se hace un esfuerzo por integrar el servicio al Programa de Desarrollo Comunitario (PDC) de la Universidad EARTH, involucrando a los estudiantes de tercer año de la universidad que realizan su trabajo comunitario en las escuelas de la zona, para que compartan  conocimientos con los niños utilizando los recursos bibliográficos que ofrece la biblioteca móvil comunitaria.

La Universidad EARTH, ubicada en la zona atlántica,  fue fundada en 1986 por ley del Gobierno de la República de  Costa Rica   como una institución internacional privada, sin fines de lucro y fue creada gracias al apoyo del Gobierno de Costa Rica, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación W.K. Kellogg.

Este post fue publicado en MiBiblioteca,
Año X, No.39, Otoño 2014.
Dentro de los objetivos estratégicos de esta institución de educación superior, se encuentra el de proyección a las comunidades vecinas; es por eso que su  Biblioteca, enmarcada dentro de este objetivo creó el programa  “Biblioteca Móvil Comunitaria“ para fomentar entre niños y jóvenes el gusto por la lectura y apoyar el proceso educativo de las escuelas primarias de las comunidades cercanas a la Universidad y así cumplir con la tarea social de contribuir al desarrollo de la comunidad,  principalmente en las áreas donde el acceso a servicios de información se dificulta, debido a la ausencia de los mismos, a condiciones geográficas difíciles o falta de recursos económicos.

El servicio de “biblioteca móvil comunitaria” inició en marzo del año 1993 y se ha mantenido hasta la fecha,  inicialmente con dineros aportados por el programa KILP de la Fundación Kellogg;  así se adquirieron los primeros libros, una pequeña  colección de 225 cuentos infantiles,  recreativos y educativos,  con el principal objetivo de  promover hábitos de lectura en los niños de escuelas ubicadas en las comunidades de influencia de la EARTH. Hoy día se mantiene con recursos  aportados por el presupuesto de la Biblioteca W. K. Kellogg. El servicio es gestionado voluntariamente por el personal de la Biblioteca W. K. Kellogg.
  • A manera de conclusión se puede afirmar que el programa ha sido muy bien valorado por las comunidades, al punto que durante los  primeros años era la Biblioteca W. K. Kellogg quien debía ir al campo a ofrecer el servicio; mientras que actualmente son las mismas comunidades quienes solicitan el servicio con mucha antelación. 
  • El servicio ha permitido el  acceso  a los libros y por ende a la lectura,  a comunidades donde el libro nunca ha sido  prioridad en la economía de los hogares.
  • La biblioteca móvil comunitaria ha propiciado también la integración de otras entidades que han mostrado interés en la promoción de la lectura en las zonas mencionadas; por ejemplo,  el Ministerio de Educación Pública (MEP), Supervisión Cantonal, el Diario La Nación y el Programa de desarrollo comunitario de la EARTH.
  • La biblioteca móvil comunitaria ha logrado que algunas comunidades se hayan motivado  a crear e implementar una biblioteca permanente en su comunidad, tal es el caso de comunidades como San Alberto y el Cruce de la Alegría de Siquirres. 
  • La biblioteca móvil comunitaria también ha servido para que los niños puedan desarrollar una conciencia ambiental y un sentido de pertenencia tan necesarios para lograr el desarrollo regional y apropiarse de su historia.
  • Entre las experiencias que mayor satisfacción han generado están las visitas a las escuelas unidocentes, es decir aquellas en las que un solo maestro atiende a todos los niños de la escuela, y también la visita a comunidades donde predominan los estudiantes indígenas  y que tienen mayor carencia de materiales académicos de apoyo al aprendizaje.

Literatura consultada:
1.-Indicadores cantonales: censos nacionales de población y vivienda. (2012). San José, Costa Rica.
2.-Ley de creación de la Escuela de Agricultura de la Región Tropical Húmeda. (1986). No. 7044. San José, Costa Rica.
3.-Universidad EARTH. Retrieved 20 de marzo, 2014, from http://www.earth.ac.cr/es/about-earth/earth-facts/


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