10 jun 2023

Metabuscadores de información para usos académicos: caso SCOPUS

Los contenidos de la Web, no sin algo de razón, siempre han despertado recelos en algunos sectores académicos y profesionales, que generan cuestionamientos como los siguientes: ¿Quién controla la información que se publica en la Web? - ¿Es fiable la información que encontramos a través de los motores de búsqueda?  - ¿Se aplican a la Web los controles editoriales propios de las publicaciones impresas que tanto han significado para el progreso de la ciencia?  Se sabe que es difícil obtener resultados académicos o científicos cuando se utilizan términos vinculados con el mundo del comercio o de la cultura popular.  La misma dificultad se puede experimentar si tenemos una necesidad de información cuya palabra clave coincide con temas discutidos en fórums abiertos. 

 La editorial Elsevier fue la primera en detectar esa nueva necesidad de información y que, por tanto, se necesitaba una nueva clase de sistemas de información. En concreto, un sistema que fuera capaz de indizar páginas web de manera automática, es decir, como lo hacen los motores convencionales como Google, pero que fuera capaz de filtrar la información de manera que pudiera ser admitida y fiable para los estrictos criterios del mundo académico. Elsevier ha comprendido muy bien el importantísimo papel que la Web está jugando en la distribución de información académica; por ello creó SCIRUS en el año 2001, Que poco a poco ha ido incorporando sucesivamente nuevas fuentes hasta convertirse en un auténtico gigante y en el más completo sistema de los otros tres (Google Scholar y Windows Live). 

 En un reciente análisis independiente (Jacsó, 2006) se constató que SCIRUS contenía más de 300 millones de documentos (empezó con 50 millones, de manera que ha multiplicado su contenido por seis desde entonces) a inicios del año 2021 posee 180 millones de documentos. El origen de los documentos que incluye en sus índices son: artículos de revistas, principalmente, publicaciones académicas de la propia editorial Elsevier (unos 2000 títulos) más un amplio grupo de publicaciones de tipo open access (es decir, de acceso gratuito). Incluye repositorios como el de la NASA sobre astronomía o el de la biblioteca de la Cornell University sobre ciencias (física, informática, biología y matemáticas), hasta un total (en teoría) de 18 repositorios, entre los que debemos destacar, además de los mencionados, el de tesis doctorales de la red internacional NDLTD y el de patentes de Lexis-Nexis que incluye patentes de Estados Unidos, Japón y Europa. Decimos "en teoría" porque las pruebas demuestran que en realidad utiliza más repositorios, por ejemplo, se ha podido comprobar que utiliza también E-LIS que es un repositorio sobre Bibliteconomía y Documentación y que no aparece en la lista "oficial" de fuentes de Scirus. Páginas y documentos publicados en sitios web: en este caso se trata exclusivamente de servidores de universidades, de instituciones académicas o de departamentos o institutos. 

 La difusión y, la promoción del conocimiento, actividad característica de la documentación, está entrando en una nueva era. Hasta hace poco, la Web había demostrado su formidable capacidad para actuar como un agente de primer orden en la difusión de la comunicación y de la cultura. Faltaba el elemento de la ciencia y de la información académica. Todo parece indicar que iniciativas tan importantes y espectaculares como SCIRUS auguran una nueva etapa en la forma en la cual se gestionará y se difundirán los conocimientos científicos. De momento, las evidencias son muy prometedoras. Nos corresponde de nuevo a los bibliotecólogos seguir jugando, pero ahora de acuerdo al nuevo esquema de la Web, el imprescindible papel promotor del conocimiento que nos ha sido siempre tan característico.

 NOTA: Esto es un extracto basado en: Lluís Codina. Artículo de la Unidad 3.2. Motores de búsqueda para usos académicos. En Cristòfol Rovira; Mari Carmen Marcos; Lluís Codina (dir.). Máster en Documentación Digital Barcelona: Área de Ciencias de la Documentación. Departamento de Comunicación. Universidad Pompeu Fabra, 2012.  


1 comentario:

JR Arce dijo...

Si deseas ampliar sobre e ste tema, le sugiero leer el siguiente post: http://www.biblogtecarios.es/biblogtecarios/criticismo-en-buscadores-i

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