Gestión de Conocimiento es una expresión que la gente utiliza con frecuencia,  pero que, pocos dominan el concepto cuando la usan. La Gestión del Conocimiento opera de preferencia en el seno de las  organizaciones, entendida como conjunto de individuos cuyos miembros se  estructuran y se articulan para alcanzar unos objetivos determinados.
La Gestión del Conocimiento es una disciplina que se encarga de  diseñar e implementar un sistema, cuyo objetivo es identificar, capturar  y compartir sistemáticamente el conocimiento involucrado dentro de una  organización, de forma que éste pueda ser convertido en valor para esa  organización. El conocimiento se convierte en valor para una  organización cuando éste contribuye de una manera clara a la consecución  de los objetivos que persigue. No obstante, se presentan  algunos  problemas y limitaciones.  Siempre que se intenta poner en marcha un  programa de "gestión del conocimiento" en una organización, necesitamos  saber en qué consiste el conocimiento para poder identificarlo y  diferenciarlo de aquello que no es conocimiento y no merece que se  inviertan esfuerzos en su gestión. Por otro lado, existen distintos  tipos de conocimiento dentro de una organización, así que hemos de tener  en cuenta la especial naturaleza de cada uno de ellos para poder  diseñar la gestión más adecuada.
La primera parte la podemos resolver entendiendo que “conocimiento es  toda aquella información metabolizada o asimilada por un sujeto y  orientada a la acción”. En otras palabras, “conocimiento es aquel estado  mental que posee un sujeto, causado por una información determinada que le permite a ese sujeto en cuestión, la toma adecuada de ciertas  decisiones y la realización de unas acciones concretas derivadas de esas  decisiones”. Por otro lado es posible distinguir 6 tipos de  conocimiento dentro de una organización; cada uno dotado de una  naturaleza especial que reclama una gestión particular.
1. Conocimiento Tácito / Conocimiento Explícito
2. Conocimiento Individual / Conocimiento Organizacional o Corporativo
3. Conocimiento Interno / Conocimiento Externo
El conocimiento tácito corresponde con ese conocimiento basado en la  experiencia personal y en muchos casos se identifica con las habilidades  del sujeto. Su principal característica es que es difícilmente  transmisible o comunicable y, por tanto, que no es accesible a otros  individuos de una forma directa.
El conocimiento explícito, en cambio, se caracteriza por ser  directamente codificable en un sistema de representación como el  lenguaje natural. En este sentido, es fácilmente transmisible o  comunicable y por lo tanto es accesible a otros individuos de una forma  directa. 
El conocimiento individual lo podemos entender como todos aquellos  conocimientos que posee un miembro concreto en una organización. Por  tanto, el conocimiento individual de una persona está formado por todos  los conocimientos tácitos y explícitos que ésta posee.
El conocimiento organizacional o corporativo, en cambio, es aquel  conocimiento que se le puede atribuir a una organización, el que posee  esa organización. Este conocimiento acostumbra a estar representado  materialmente en algún tipo de documento. 
El conocimiento interno es aquel conocimiento que es crítico para el  correcto funcionamiento de una organización; dicho de otra manera: aquel  conocimiento sin el cual sería imposible que la organización funcione.  Por ejemplo un laboratorio farmacéutico donde se desarrollan vacunas  contra enfermedades tropicales.  Los conocimientos que poseen los  químicos de ese laboratorio o las patentes que éstos desarrollan son dos  buenos ejemplos de conocimiento interno de esa organización.
El conocimiento externo, en cambio, es aquel conocimiento que utiliza  una organización para relacionarse con otras organizaciones. El  conocimiento contenido en los informes publicados sobre la organización o  el incluido en su web externa, son ejemplos de este último tipo de  conocimiento.
Con base en lo anterior podemos definir la GC   en la organización como la disciplina que se encarga de diseñar e  implementar un sistema cuyo principal objetivo es que todo el  conocimiento tácito, explícito, individual, interno y externo  involucrado en la organización pueda convertirse, sistemáticamente, en  conocimiento organizacional o corporativo de manera que ese conocimiento  corporativo, al ser accesible y poder ser compartido, permita que  aumente el conocimiento individual de todos sus miembros y que esto  redunde directamente en una mejora de la contribución de esos sujetos a  la consecución de los objetivos que persigue la propia organización.  Tomado del libro de Mario Pérez Montoro. Gestión del conocimiento en las organizaciones: fundamentos, metodología y praxis, TREA, 2008
 
 
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